La injusticia del más pelota, la caída de un grande.

Hoy escribo con tristeza porque pasó algo que esperaba no tener que ver más en largo tiempo.
Hoy me llega un correo, me comentan en los pasillos, se habla en voz baja que a un colega (amigo claro) lo han cesado.

Se que nadie tiene nada asegurado en la vida, y se que dependiendo de las necesidades de una empresa pueden darse una serie de cambios de los cuales no queda mas que aceptar. Pero lo que considero inaceptable, triste, indignante y estupido es que decisiones de este tipo se rijan por un pelota.

El pelota en cuestión (chupa medias en argentino para que nos entendamos) es esa persona incapaz de ser bueno en nada, pero tremendamente hábil para manipular a la gente. Tan hábil que es capaz de torcer la realidad de los demás haciéndoles creer que lo que el piensa es lo que ellos piensan, y que sus recomendaciones no son mas que el puro reflejo de lo que su superior esta pensando en ese momento.

Lo único que puede salir de un tipo se simbiosis tan bizarra es evidente: que una empresa no siga el rumbo más lógico, evolutivo y sano. En su lugar lo que resulta es una empresa que enferma, pierde humanidad, compañerismo, eficiencia y definitivamente calidad.

Hoy cesaron a un amigo. Su nombre es irrelevante para el caso, pero a mi me entristece muchísimo.